jueves, 14 de junio de 2012

Cambios

Desde aquel amanecer de domingo 13 de mayo 2012, después de haber amanecido conversando en el Barroco, al ritmo de copas de whisky que me dejaron con un domingo apretado y sin fuerza para reaccionar a los compromisos del día.

La reflexión o moraleja de aquel día fue el reconocimiento de un abuso de una bebida innecesaria y despertar a la realidad energética que necesito para los fines de semana y el futuro que quiero construir.

Emocionalmente, sigo extrañando a aquella mujer que me ofreció un futuro de amor, pasión y felicidad que sólo duró unos meses y se ha repetido en contados momentos a lo largo de estos últimos 10 años.