sábado, 8 de noviembre de 2014

Una Tentación

Había sido una noche un tanto corta, de una subida caminando el Cerro Las Cañas, descansado en un departamento universitario, respirando ese aire propio de la libertad, lejos de las reglas de los adultos.

Té y empanadas de cena mientras editaba las fotos hasta que la noche me aplastó con mi cansancio.

La televisión encendida y el eco del programa sobre misterios y fantasmas me despertaban con sensaciones paranoicas y que se repitieron durante toda la noche hasta las 7:00am hora para salir a tomar el bus y volver a buscar mis cosas a Stgo.

Al subir al bus, vi que me tocó compartir asiento con una muchacha que, a primera vista era atractiva, y la saludé.

Esperé conocerla por su lenguaje corporal y sirvió, el sonido de su nariz aspirando su congestión, me motivó a dedicarme a escribir y escapar de esa escena.

Las horas pasaron, ella se durmió, el sonido cesó pero no me di cuenta por seguir en mis letras y el reporte que me inspiró escribir en ese viaje, terminado minutos antes de arribar.

No me despedí de mi vecina y me sentí grosero por no agradecerle su inspiración, pero rápidamente entendí que ella no lo habría sabido interpretar.

Bajé a comprar el ticket y tomar el metro para ir a buscar mis cosas.

Al andén bajan varias mujeres vestidas elegantes y de humor radiante, contagioso. Me quedé cerca de ellas para percibir algo más.

Ellas eran cinco señoras, mayores de cuarenta años. Una de ellas mayor de cincuenta, cariñosa, que abrazaba y trataba de hermanitas a las otras chiquillas con las que iba de pie, afirmadas del pasamanos vertical.

En una de las estaciones, una joven cede el asiento a esta señora mientras las otras hermanas se acomodan con el gentío que se iba acumulando.

Una de ellas, de falda largo y de actitud distraída choca contra mi mano que llevaba mi bolso.

El trayecto contemplaba varias estaciones y la escena se repitió con cada frenada del metro al llegar a cada estación.

Estaba empezando a entrar en un estado hipnótico por conocer más detalles de esa falda larga que en solitario acariciaba mi mano en cada estación y que su dueña al parecer, la había autorizado.

Mi estación llegó y mi cuerpo despertó del estado hipnótico, bajándome antes de que cerraran la puerta. 

La falda no se despidió y su dueña no me lo confesó.

Enviado desde Samsung Mobile de Claro

martes, 20 de mayo de 2014

Vidas Pasadas

Cada momento compartido con ciertas personas marcan un tiempo particular, único e irrepetible; una vida.
Si alguno de los participantes cambia, se aleja o desaparece, esa vida se consume.

Han habido vidas que han durado unos cuantos días y se recuerdan los detalles por siempre, haciendo latir el corazón con los pulsos de la emoción.

¿Es sano inventarse amor?

Es triste la decepción pero ésta siempre nace de uno mismo y de las espectativas que uno se hace del otro.


Enviado desde Samsung Mobile de Claro

lunes, 19 de mayo de 2014

Manera Viciosa

Le gusta rechazarme para hacerme enojar y luego buscarme, haciéndose la inocente, pidiendo que la abrace y sólo eso; si quiero más, me vuelve a rechazar.