Cada momento compartido con ciertas personas marcan un tiempo particular, único e irrepetible; una vida.
Si alguno de los participantes cambia, se aleja o desaparece, esa vida se consume.
Han habido vidas que han durado unos cuantos días y se recuerdan los detalles por siempre, haciendo latir el corazón con los pulsos de la emoción.
¿Es sano inventarse amor?
Es triste la decepción pero ésta siempre nace de uno mismo y de las espectativas que uno se hace del otro.
Enviado desde Samsung Mobile de Claro