El oído derecho

Levemente tapado pero con molestias, aún.

Otra noche más

Durmiendo tan solitario como Ricardo.

Tanto apuro para que llegue

Y cuando estoy aquí, me ignora.

Cansado

Pero mental y espiritualmente.
He ido perdiendo la esperanza en recuperar a Erika, veo que los días y el tiempo se pasan entre excusas.
Dinero y proyectos que no llegan, y un amor que se enfría y resfría cada día más como este invierno que corre.

Carrete

Tomar hasta emborrachar, para desnudar y y recordar que aún puedo amar.

Y otra vez

El la busca, la espera, la abraza y la invita.
Llegan juntos a la cama, él la abraza y acaricia y ella replica que es hora de dormir.
Él sale y se refugia en su pieza y hace justicia con sus manos.
Libera tensión, soñando una ilusión.

Días sin trabajar, Lascivia ardiente

Mente y energía desocupadas, encienden deseos desenfrenados.

"La ociosidad es madre de todos los vicios".

Problemas de concentración gracias al resfriado

Con escalofrío

Dos días de descanso y aún no me puedo sanar de este resfriado.

Quizás sea alergia.

Si pudiera entender qué pasa por su cabeza

Qué pasa con su corazón.
Hoy ya no me quiere besar ni acariciar ni mucho menos, intimar.
Sólo acepta que yo esté como un empleado durmiendo a su lado para sentirse apoyada.

Ella me desfiguró

Soy el papá de su hija, el padrastro de su hijo, un músico y un tipo trabajador; pero el amante hombre, se perdió, eso yo ya no soy...

Estoy solo

Mi única alegría en esta casa es mi Polluelo.

TT es mi símil en sufrimiento.

No tiene sentido

Hacer caso a acuerdos de llegar temprano, no beber o cuales otros fueran...

Es lo que me queda

Ella ya no tiene deseos conmigo.
Desahogo mis deseos con alcohol o auto...

Llegando del Barroco

Con deseos de seguir bebiendo. Me queda un poco de vino que sacrificaré para desahogar la angustia.

Soñé con mis papás

Anoche soñé que iba en el auto Dodge Galant Café del año 1980 -aquel auto familiar que nos movilizó durante nuestra infancia-, iba mi papá manejando y mi mamá de copiloto, 

yo iba recostado en el asiento de atrás, abrigado con una frazada, tratando de recordar porqué estaba allí y en qué momento me había subido al auto pues lo último que recordaba era estar en una fiesta privada, muy elegante, en la que yo estaba para actuar y me acompañaba una amiga. 

Recordaba un gran salón, mucha gente de terno y vestidos de noche, todos adultos y muy serios, el anfitrión un tipo cincuentón, alto, de carácter fuerte pero muy elegante y carismático. Me mostraba el desarrollo de la fiesta, viendo cómo la música producía una danza estrodoscópica, donde unos se mueven mientras los otros se mantenían estáticos. Su sonrisa de orgullo me demostraba su habilidad para causar esos efectos y quizás otros. Se dirigía a una de las meseras, vestidas de blusa blanca, pantalón y delantal negros como todos los demás que transitaban por el salón; él le daba instrucciones y le daba un ejemplo efectivo, sirviéndonos un plato de comida a mi amiga y a mí... 

Seguía en el auto, tratando de recordar qué había pasado después, cuando al llegar al semáforo de la Avenida Balmaceda para subir hacia Diego Portales, mirando por la ventana, veo que se detiene junto a nosotros una Pathfinder ploma, manejada por "ella", Lalo K, a quien de sólo verla me produce calambres en el cráneo y molestias gástricas. Cobardemente, me cubría con la frazada y me acostaba en el asiento trasero, esperando a que el auto avanzara y nos alejásemos de aquel momento.

Llegábamos a la casa y me bajaba rápidamente, paranoico de que ella nos pudiese haber seguido. Le preguntaba a mis padres si alguno ocuparía el baño, para justificar el motivo de mi apuro, a lo que me contestaban que ninguno. Me bajaba rápidamente, cuando me daba cuenta que sólo estaba vestido en calzoncillos y camiseta blanca. Seguía camino hacia la casa y descubría que las llaves habían quedado puestas en la puerta. Increpaba a mis padres por lo ocurrido...

Y desperté.

Y sigue igual

En la calle, no
Porque estamos en la calle.

En la casa, no
Porque estamos ocupados.

En la noche, no
Porque hay que dormir.

Tengo que entender

Que su amor y pasión
Duraron lo que dura el encanto r un juguete nuevo,
Después de conocerlo y usarlo y saber que es propio, queda guardado en la bodega para cuando se acuerde y le de Nostalgia de perderlo.