Llegando del Barroco, como tantas otras veces,
queriendo desahogar mis pensamientos sobre un papel,
tratando de dibujar la verdad,
palabra que suena a colores brillantes e imágenes.
Veo, miro la foto que le tome a mi hija
y leo su mirada seria, buscado entenderme.
Cama,
verbos y preguntas que vuelan como moscas cobre mi cabeza,
queriendo resolver algo que requiere horas de esfuerzo
para ser respondidas.
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