He aquí, entado de chofer, en el auto de aquella mujer
que se ha ido apoderando de mis pensamientos y sentimientos, lentamente.
Estoy fumando el segundo cigarrillo de un día agitado,
pero lo es, sólo en mis planificaciones,
poco me importa el resto, nuevamente.
Recuerdo la palabra "egoísta" que tanto han usado en mi familia, conmigo,
pero ya, no me interesa,
esta mujer me ha ayudado a librarme de muchas de esas culpas y cargas
que venía y he venido arrastrando por muchos... me siento más liviano,
me siento más "yo mismo" y se lo agradezco.
Este tiempo es muy diferente a los anteriores
y me gusta.
Entre nosotros, el aire, las palabras, la música
y especialmente los momentos, son coloridos paisajes
que registro con detalles y saboreo con calma,
disfrutando, disfrutándola, queriéndola con la emoción de cada día,
una nueva experiencia.
Quisiera resumir todo en un simple "la Amo",
pero la palabra está tan sucia como un pañuelo en el piso
marcado con las huellas de mis zapatos.
Me relaja escribir, como me libera hablar y conversar con ella,
escuchar sus historias, sus maneras de contarlas
y los puntos de vista que ofrece;
su fuerza y energía y especialmente su alegría.
Ella es una pintura que cada día amanece con un nuevo color
que quiero aprender para luego pintar en el lienzo de mi corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario