sábado, 26 de marzo de 2011

Otra vez

02:49 AM
Llegó sin saludo, sin beso ni abrazo, sólo se metió en la cama y me dio la espalda.

Cuando me levanté me preguntó porqué me levantaba, le respondí que ella me dijo que quería dormir -y así lo estaba haciendo- porque no había dormido, lo que no me incluye.

¿Son mañas mías?
¿Me estoy volviendo loco que anhelo cosas que no me corresponden?

Cada vez que ella sale a algún curso o reunión, actúa de esta manera impersonal, olvidándose de todos; y vuelve, fingiendo que nada ha pasado, exigiendo que yo esté relajado.

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