En mi almohada
están acumuladas
las ideas que no han sido invitadas
pero se sientan para ser retretadas.
La inocencia de esta pluma virtual
que se entrega en este momento
bajo tan extraño ritual,
Dejo que el lente de la cordura
haga tomas de su dentadura
para entender si lo que veo es una sonrisa
o es sólo la armadura para una salida deprisa.
El ritmo no ha querido batirse conmigo,
Ha preferido irse consigo
Y dejarme verborreando versos
Que él no habría podido.
Me queda una mano de cuentos
Que los dejo a los vientos
Para que libren en los cielos
Estas cosas que a veces siento.
No hay palabras en los árboles
Ni canciones en las flores
Sólo aromas y colores
Despertando inspiraciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario