Tanta rutina y postergaciones, tanta frialdad y monotonía; en mis sueños, las soluciones se presentan: una amante pasajera.
Sueño que la conozco en la calle y la traigo a mi pieza para consumar la intimidad. Veo que a Erika no le molesta porque estoy en la casa.
Soñaba que bebía unos vasos de ron y que perdía la memoria pero lograba recuperar imágenes para tranquilidad de mi conciencia.
Al parecer, hay varias cosas que extraño y que los auto-desafíos aún No logran olvidar ni superar.
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